sábado, 6 de junio de 2009

Si está en internet es de todos

La información no tiene dueño : es lo que argumentan aquellos que recurren a internet para obtener cualquier información, desde la receta para hacer una rica torta hasta la receta para fabricar una bomba. Todo lo podemos encontrar en internet y la única dificultad reside en saber hacerle las preguntas correctas a Google, entender su lenguaje .
Así como en la antigua Grecia, el Oráculo de Delfos era famoso y se recurría a él para que los sacerdotes le hiciesen las preguntas pertinentes al dios Apolo , así también nosotros en esta era moderna acudimos expectantes y decididos a Google para que nos dé respuestas a esas preguntas que le hacemos.
En un día se acude millones de veces a Google en cualquier punto del planeta y ya no hace falta la ayuda de sacerdotes y pitonisas. Nosotros mismos podemos hacer las preguntas en la privacidad de nuestra habitación o protegidos por el anonimato de un cyber .
¿Y que hacer con la información recibida ? ¿Guardarla en la caja fuerte de nuestra memoria ? ¿Alardear de nuestra sabiduría ante los demás ?
En esta era moderna no nos podemos contentar con saber: tenemos que buscarle una utilidad, sacarle provecho, económico la mayoría de las veces, de poder a veces.Desde el estudiante que utiliza internet para hacer un trabajo escolar, el universitario que plagia un trabajo para presentar una tesis de grado, pasando por el policía o el médico que recurre a ella para recabar datos en una investigación, hasta el individuo que " roba " secretos industriales de una empresa.
Con esa justificación: la de evitar la evasión de pagos a los derechos de autor y de patentes , los centros de poder pretenden imponer restricciones al uso de internet. ¿ Podrán ganar la batalla? ¿Podrán impedir que el adolescente baje gratis música , películas y hasta libros de internet ? ¿que un individuo armado con un buen programa tome información comercial o industrial de una empresa ? Hasta ahora el ataque , o la defensa ,según como se la mire, ha consistido en declarar como piratería, moralmente inaceptable el uso de información sin pagar derechos de autor ,pero sin mucho éxito. La línea que separa a los hechos reprobables de los que no lo son se hace más difusa cada vez . Bajar música y grabarla en un CD, para luego venderla a los amigos, no es malo para un adolescente. Para un gobierno tampoco es malo ahorrarse miles de dólares permitiendo que un ciudadano emprendedor monte una pequeña fábrica de un artículo cualquiera sin pagar patentes a un país extranjero .
Tal parece que lo poco que está penado y en lo que todos estamos hoy día de acuerdo es que la suplantación de identidad sí es un robo,algo moralmente reprobable y que debe ser castigado en forma ejemplar.Pero para esos pequeños robos cotidianos no parece haber castigo alguno. ¿comprar un libro para resolver los problemas que recomendó el profesor en la universidad ? ¡ Si los problemas de ese libro aparecen en internet y hasta resueltos !
Parece ser inevitable una nueva definición de la propiedad ..... ¿ propiedad social ? Ese término, oloroso a comunismo, espantará a muchos pero de hecho, inconscientemente ,está siendo aceptado y defendido por muchos jóvenes en la actualidad : si está en internet no tiene dueño, ¡ es de todos !

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