miércoles, 16 de septiembre de 2009

Si eres pobre no tienes derecho a ser feliz



Entre las noticias de actualidad que encontré hoy en internet, hay una que me impactó porque parecía sacada de una película de ciencia ficción: en Irlanda están repartiendo "guías anti suicidio" para prevenir este mal entre los jóvenes que no tienen empleo o confrontan dificultades financieras.En las peluquerías están adiestrando a los empleados para que informen al detectar posibles suicidas.
Irlanda tiene un desempleo del 12 % aproximadamente y se estima que subirá al 15 % en el 2010,todo a consecuencia de la crisis financiera que ha asolado a esta nación .Se dice que la cantidad de personas que mueren por este mal es superior a las que fallecen en accidentes automovilísticos; y que el número de suicidios es de 200 por cada 100 mil habitantes en un año. Cifra indudablemente alta y que ha provocado que el gobierne implemente medidas para combatirlo.
Irlanda es de los países más competitivos del mundo y que siempre aparece entre los primeros países que se preocupan por elevar el nivel educativo de sus ciudadanos.
Por una parte se le toma como país modelo, como ejemplo a seguir por los demás, y por otra parte la realidad ,en un acto de mofa quizás, lo coloca como ejemplo en cuanto al descuido en inculcar valores éticos y morales que sí están presentes en otras sociedades menos avanzadas, menos desarrolladas, pero con más amor por la vida y menos apego a los bienes materiales.
Siempre me han llamado la atención esos "mapas de la felicidad" ,esos rankings que anualmente salen publicados respecto a la sensación de felicidad que experimenta la gente en todos los países. Los he mirado con mucho escepticismo porque por experiencia personal he comprobado a lo largo del tiempo que esa noción de satisfacción personal, de "felicidad", no es función del dinero que se tiene sino que responde más bien a patrones de conducta , a percepciones sociales sobre el significado de estar bien.Un joven puede decir que es feliz porque es correspondido en el amor, porque puede estudiar, porque come todos los días, etc.El tener trabajo o no, pasa a un segundo plano,porque otras cosas son más importantes para él. ¿Porqué angustiarse y deprimirse por la falta de trabajo si el desempleo es un mal crónico en su país? Además, si vive en un país pobre probablemente tendrá varios hermanos que aportarán al sustento de la familia.
Mucha gente cree firmemente que si se es pobre no se puede ser feliz y esto es una tremenda falacia. Si un joven es consciente de la salud que tiene,de su entorno familiar sólido y del afecto y simpatía que lo rodea en su entorno social,puede muy bien sentirse afortunado y decir sencillamente que es una persona feliz... aunque a los demás les parezca que no tiene derecho a sentirse así porque no llena los "requisitos" propios para ser feliz.
Recordemos ese cuento famoso del rey que encargó localizar al hombre más feliz de su reino y que cuando lo encontraron resultó ...que no tenía camisa.

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